Hasta ahora, hemos estado hablando de la afirmación de la Biblia que dice que Dios desea una relación con nosotros.
Pero si Dios desea una relación, entonces...
¿Por qué parece que Dios es tan difícil de encontrar?
¿Por qué Dios simplemente no aparece?
¿Es la Biblia - el libro que dice describir como es Dios - realmente confiable?
Estas son algunas de las preguntas que exploraremos en este capítulo.
... Entonces estaríamos perdidos para siempre, sin esperanza.
Si Dios fuera solo una deidad lejana e indiferente ...
Sin embargo, desde los primeros capítulos de la Biblia, Dios se acerca a Adán y Eva que están temerosos y pregunta,
En este momento, muchas personas se han preguntado por qué Dios simplemente no
Si lo pensamos a fondo, un Dios todopoderoso podría revelarse a nosotros con bastante facilidad ...
Simplemente podría abrir los cielos y gritar para que todos lo escuchen.
Entonces, todos en la tierra tendrían que reconocer su presencia.
Con el fin de convencer a la gente de que el mensaje no era solo un fenómeno de la naturaleza de uno en un millón, me sentiría tentado a dejar que Dios siguiera escribiéndo su mensaje en diferentes lenguajes,
acompañándolo a menudo con explosiones de color puro o con música celestial
"Pasarían varios años y la prueba de Dios de sí mismo seguiría brillando cada noche para que todos la observaran.
para que finalmente hasta el último escéptico endurecido estuviera convencido de que, después de todo, Dios existe. "
Frederick Beuchner,
la derrota magnífica
Buechner sostiene que
¿Y qué si existe Dios ?
¿Qué diferencia haría?
Necesitamos saber para qué nos creó Dios.
El Dr. Gregory Boyd en cartas de un escéptico escribe:
“Dios desea una relación amorosa y de confianza con nosotros. Fuimos creados con este fin. ¿A caso hablar desde las nubes hace eso?
En el mejor de los casos, [eso] puede sorprender o asustar a la gente para que se someta (y eso solo temporalmente).
Pueden forzar la obediencia. [...]
Pero no producen amor ".
Para que Dios pueda revelar su carácter amoroso, otros aspectos de quién es El como su poder y gloria, deben ser encubiertos.
Si es que un Dios santo llegara a relacionarse con el hombre pecador y finito su autorrevelación tendría que ser regulada por El para no abrumarnos a nosotros.
El filósofo danés Soren Kierkegaard describe esta dificultad en una parábola llamada "El rey y la doncella":
Supongamos que había un rey que amaba a una humilde doncella. El rey era poderoso y gobernaba todo el reino.
¿Cómo podría el declararle su amor y saber que ella lo amaba a cambio?
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Si cabalga hasta su cabaña en el bosque con sus asistentes y con pancartas ondeando al viento ... eso la abrumaría.
¡No temas, joven doncella!
¡AHHHHHHH!
Eso no saldría bien...
Para expresar su amor de una manera personal, el rey probablemente necesitaría cubrirse con un velo - tal vez incluso acudir a ella como un campesino normal.
De manera similar, Dios se limita a sí mismo para poder relacionarse con nosotros.
Digamos que alguien cuenta una historia sobre una ocasión en que su coche se averió en el desierto.
Está a kilómetros de la ciudad más cercana y llama desesperadamente a su amigo para pedir ayuda.
Y ese amigo maneja dos horas para ir a buscarlo en ese estrecho tramo de camino del desierto.
Este amigo le ayuda a remolcar su coche, y lo lleva de regreso a su casa.
Una historia como esta revela el verdadero carácter de este amigo. También revela la profundidad de la relación entre estas dos personas.
